La idea de este post de hoy se me ha ocurrido bajando del autobús a la que venía del trabajo. Resulta que cuando cojo el autobús 286 me deja justamente casi al lado de la terraza de la persona que me vició en esto de los comics cuando yo tenía unos 12 añitos mal "llevaos". La verdad es que ya no sé si este menda seguirá viviendo en esa casa de sus padres o se habrá independizado, porque hace años y años que perdí el contacto con él. Pero el caso es que siempre que me bajo en esa parada miro con ojines el famoso armarito donde guardaba cientos y cientos de comics, y me acuerdo de aquella época en la que gracias a este chaval empecé a meterme en este mundillo.
Corría el año 1989 cuando empecé a hacer amistad con este compi del colegio. Yo por aquel entonces leía los típicos comics para chavales (Mortadelos, Carpantas, Zipi y Zape, étc)...; el caso es que un día este chaval me invitó a ir a su casa después del cole para echar la tarde jugando allí...; a mí me sorprendió ver la cantidad de comics que tenía en su habitación (ya que su hermano mayor era un lector asiduo). Sin embargo lo que más me sorprendió fue ver que esos comics no eran los típicos que yo conocía hasta el momento, sino que eran de personajes de Marvel comics. El caso es que este muchacho me dejó unos cuantos para que me los llevara a casa y me los leyera a ver si me gustaban, y vaya que si me gustaron. Así que pronto surgió en mí un interés por conocer más sobre estos personajes y cada vez que iba a casa de este muchacho le pedía que me dejara más cosillas para leer (así fue como empecé a conocer a personajes como los 4F, los Vengadores, étc...).
Poco a poco esta curiosidad empezó a convertirse en afición y recuerdo cómo fue la primera vez que me compré un comic de Marvel. Fue allá por un verano en el que la señora Carmen (mi madre) me prometió que si aprobaba todo me daba algo de dinerete para que lo gastara en lo que quisiera. Yo aprobé y ella cumplió su palabra, así que esa misma tarde fui raudo y veloz con ese dinerete al kiosco del barrio (el Prensas y Revistas) a fundírmelo en algún comic con portada molona. En aquella época estaban de moda unos tomos recopilatorios que salían en los kioscos que aglutinaban cinco números de una colección determinada (recuerdo que valían unas 300 pts). El primer comic que me compré, cuya imagen tenéis arriba, fue un tomo que recopilaba cinco números de la colección de Los Nuevos Vengadores (o Vengadores costa oeste). Recuerdo que esa misma tarde me senté a leerlo en la terraza y quedé prendado de las aventuras de esos personajes que hasta ese momento algunos de ellos eran completamente desconocidos para mí (el único que me sonaba era Iron man, que también formaba parte de ese grupo). La lectura de este tomo fue muy grata y con él pasé unos días muy entretenidos hasta que lo acabé de leer por completo. Esto hizo que cada vez que tenía algunas pelillas ahorradas me comprara esporádicamente más tomos recopilatorios de distintas colecciones de los personajes de Marvel comics.
Estas compras esporádicas hicieron que con el tiempo me planteara seguir el ejemplo de mi colega y me decidí a empezar alguna colección mensual de alguno de esos personajes. Coincidió que por aquel entonces salió una nueva serie de uno de los miembros de los 4F en solitario (La Cosa) y a mí me pareció una buena oportunidad para adentrarme en el mundillo de las compras mensuales y experimentar esa sensación de esperar cada mes a que salga la continuación del final tan emocionante del número anterior. Así que a partir de aquí la fiebre de este mundillo comiquero fue a más, hasta convertirme en un coleccionista acérrimo y seguir varias colecciones al mes (mi paso a ese coleccionismo acérrimo como tal fue allá por el año 1999 cuando empecé a ir a tiendas especializadas de Madrid, pero eso es otra historia). Así que se puede decir que llevo ya casi 20 años como lector asiduo de comics (de los cuales 10 son de coleccionismo puro y duro de varias series mensuales, ya sean en grapa, tomos recopilatorios o cualquier formato con material que me pueda interesar).
Mucha gente me pregunta si esa afición (o vicio) me va a durar toda la vida o si algún día lo dejaré y me olvidaré de él, y yo creo que va para largo porque cada vez entran más comics en casa. La verdad es que es el único vicio que tengo y me alegro de que sea éste ya que ni te jode la salud como otros vicios deplorables y tampoco es algo efímero que te dura sólo un rato (un comic si lo cuidas bien te puede durar la tira de años y siempre lo puedes volver a releer).
Lo que nunca entenderé es ese prejuicio de la gente de considerar esta afición como una infantilada o algo para críos...; en la tienda especializada a la que voy es raro encontrarse allí a chavalines (la mayoría de clientes que suele haber suele ser gente bien entrada en la veintena o treintena incluso). Y es que los precios de los comics no se puede decir que sean para chavalines, ya que quitando los comics de 24 págs en grapa que tienen un precio más o menos asequible, lo que son tomos en formato prestigio o tomos en tapa dura (por no hablar del formato Absolute) tienen ya precios que no están al alcance de chavales cuyo poder adquisitivo se basa en "tirar durante el mes" con la paga de los papis.
Así que para acabar quisiera dedicar este post a ese coleguilla del que perdí el rastro hace ya tantos años, que me adentró en este mundillo, y a su famoso armarito de la terraza donde tenía todos esos comics con los que me curtí como persona y me hicieron evolucionar como ser humano (mañana cuando me baje del autobús volveré a mirar ese armarito con ojines de añoranza en homenaje a aquellos buenos viejos tiempos en los que se forjó esta afición).
Corría el año 1989 cuando empecé a hacer amistad con este compi del colegio. Yo por aquel entonces leía los típicos comics para chavales (Mortadelos, Carpantas, Zipi y Zape, étc)...; el caso es que un día este chaval me invitó a ir a su casa después del cole para echar la tarde jugando allí...; a mí me sorprendió ver la cantidad de comics que tenía en su habitación (ya que su hermano mayor era un lector asiduo). Sin embargo lo que más me sorprendió fue ver que esos comics no eran los típicos que yo conocía hasta el momento, sino que eran de personajes de Marvel comics. El caso es que este muchacho me dejó unos cuantos para que me los llevara a casa y me los leyera a ver si me gustaban, y vaya que si me gustaron. Así que pronto surgió en mí un interés por conocer más sobre estos personajes y cada vez que iba a casa de este muchacho le pedía que me dejara más cosillas para leer (así fue como empecé a conocer a personajes como los 4F, los Vengadores, étc...).
Poco a poco esta curiosidad empezó a convertirse en afición y recuerdo cómo fue la primera vez que me compré un comic de Marvel. Fue allá por un verano en el que la señora Carmen (mi madre) me prometió que si aprobaba todo me daba algo de dinerete para que lo gastara en lo que quisiera. Yo aprobé y ella cumplió su palabra, así que esa misma tarde fui raudo y veloz con ese dinerete al kiosco del barrio (el Prensas y Revistas) a fundírmelo en algún comic con portada molona. En aquella época estaban de moda unos tomos recopilatorios que salían en los kioscos que aglutinaban cinco números de una colección determinada (recuerdo que valían unas 300 pts). El primer comic que me compré, cuya imagen tenéis arriba, fue un tomo que recopilaba cinco números de la colección de Los Nuevos Vengadores (o Vengadores costa oeste). Recuerdo que esa misma tarde me senté a leerlo en la terraza y quedé prendado de las aventuras de esos personajes que hasta ese momento algunos de ellos eran completamente desconocidos para mí (el único que me sonaba era Iron man, que también formaba parte de ese grupo). La lectura de este tomo fue muy grata y con él pasé unos días muy entretenidos hasta que lo acabé de leer por completo. Esto hizo que cada vez que tenía algunas pelillas ahorradas me comprara esporádicamente más tomos recopilatorios de distintas colecciones de los personajes de Marvel comics.
Estas compras esporádicas hicieron que con el tiempo me planteara seguir el ejemplo de mi colega y me decidí a empezar alguna colección mensual de alguno de esos personajes. Coincidió que por aquel entonces salió una nueva serie de uno de los miembros de los 4F en solitario (La Cosa) y a mí me pareció una buena oportunidad para adentrarme en el mundillo de las compras mensuales y experimentar esa sensación de esperar cada mes a que salga la continuación del final tan emocionante del número anterior. Así que a partir de aquí la fiebre de este mundillo comiquero fue a más, hasta convertirme en un coleccionista acérrimo y seguir varias colecciones al mes (mi paso a ese coleccionismo acérrimo como tal fue allá por el año 1999 cuando empecé a ir a tiendas especializadas de Madrid, pero eso es otra historia). Así que se puede decir que llevo ya casi 20 años como lector asiduo de comics (de los cuales 10 son de coleccionismo puro y duro de varias series mensuales, ya sean en grapa, tomos recopilatorios o cualquier formato con material que me pueda interesar).
Mucha gente me pregunta si esa afición (o vicio) me va a durar toda la vida o si algún día lo dejaré y me olvidaré de él, y yo creo que va para largo porque cada vez entran más comics en casa. La verdad es que es el único vicio que tengo y me alegro de que sea éste ya que ni te jode la salud como otros vicios deplorables y tampoco es algo efímero que te dura sólo un rato (un comic si lo cuidas bien te puede durar la tira de años y siempre lo puedes volver a releer).
Lo que nunca entenderé es ese prejuicio de la gente de considerar esta afición como una infantilada o algo para críos...; en la tienda especializada a la que voy es raro encontrarse allí a chavalines (la mayoría de clientes que suele haber suele ser gente bien entrada en la veintena o treintena incluso). Y es que los precios de los comics no se puede decir que sean para chavalines, ya que quitando los comics de 24 págs en grapa que tienen un precio más o menos asequible, lo que son tomos en formato prestigio o tomos en tapa dura (por no hablar del formato Absolute) tienen ya precios que no están al alcance de chavales cuyo poder adquisitivo se basa en "tirar durante el mes" con la paga de los papis.
Así que para acabar quisiera dedicar este post a ese coleguilla del que perdí el rastro hace ya tantos años, que me adentró en este mundillo, y a su famoso armarito de la terraza donde tenía todos esos comics con los que me curtí como persona y me hicieron evolucionar como ser humano (mañana cuando me baje del autobús volveré a mirar ese armarito con ojines de añoranza en homenaje a aquellos buenos viejos tiempos en los que se forjó esta afición).
2 comments:
Vaya!!!, mis inicios fueron parecidos a los tuyos, pasando de Mortadelo a Spiderman gracias a un conocido que leia comics Marvel y que me los enseño un dia. Eso si, en aquella epoca, los comics marvel eran en blanco y negro, y no se exponian en los quioscos, si no que habia que pedirselos a la quiosquera que los tenia guardados en no se donde y te sacaba una pila para que eligieras.
No consigo acordarme de la editorial que los publicaba entonces, pero normalmente eran el equivalente a dos grapas de ahora, en un tamaño mas grande, y al final solian venir un par de historietas extras de terror o similares (por cierto, alguien podria decirme donde puedo ver en internet esas historias, si es que estan en algun sitio???)
El precio??? no me acuerdo la verdad.
Lo cierto es que mi coleccion de entonces la perdi (cosas que pasan!!!), y despues de unos años sin hacerlo, he vuelto a comprar comics (aunque mas selectivamente)... Y es que cuando esto te gusta es dificil prescindir de ello.
Es un rasgo curioso de los acérrimos coleccionistas de comics que casi todos hemos tenido una época oscura distanciados de este mundillo, sólo para volver con más ganas e ilusiones renovadas.
Mi época oscura fue allá por mitad de los años 90 y tengo que confesar que volví al mundillo gracias a los comics de Image (los Wildcats y Stormwatch fueron los que me hicieron volver). Y ya a finales de esa década volví a interesarme por Marvel gracias a los Vengadores de Busiek/Perez (joder qué comics tan buenos). Y a partir de ahí empecé a tantear mas colecciones de Marvel de por aquel entonces, lo que supuso mi gran vuelta al redil, esta vez para quedarme.
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