Ya comenté en un post de hace tiempo que hace unos pocos añitos me hice con una serie de tomos retapados que puso a la venta Ediciones Forum, unos meses antes de perder los derechos de publicación de Marvel en España en favor de la editorial Panini. Eran tomos tirados de precios que recogían cada uno de ellos cinco números de colecciones de distintos personajes Marvel. De esta forma, me hice con varios tomos de la colección de Masacre, que fue publicada por estos lares allá por el año 1998 (la etapa guionizada por Joe Kelly). El caso es que el otro día me dio por releerla y tengo que decir que hubo un número que me hizo disfrutar de lo lindo y partirme el ojete cosa mala, concretamente el correspondiente al nº 12 de la edición de nuestro país. Todo arranca con un enfrentamiento entre el bueno de Masacre con un grupo conocido como Los Vengadores de los Grandes Lagos, que se salda con el resultado de que el mercenario bocazas y la ciega Al (una vieja amiga de Masacre) se vean absorbidos por un vórtice temporal que les hace viajar al pasado y caer de boca sobre la pobre tía May. Lo que a priori piensan que el viaje astral no ha hecho más que cambiarlos de posición en el mapa (de San Francisco a Nueva York), pronto descubrirán que también han retrocedido en el tiempo hasta finales de los años 60. De esta forma, para tratar de salir de allí, Masacre suplantará a Peter Parker (que para eso tiene un proyector holográfico muy chulo), y la ciega Al se hará pasar por la tía May, con quien guarda un gran parecido. Como se puede uno imaginar, todo ello dará lugar a situaciones de lo más descacharrantes posibles, porque a pesar de que ambos den el pego con su aspecto, tienen una personalidad que son la antítesis de Peter Parker y Tía May, lo cual ocasionará situaciones muy divertidas con los amigos de estos (sobre todo cuando Masacre conoce a dos pibones como son Mary Jane y Gwen Stacy).
Tengo que reconocer que el cómic está plagado de momentos la mar de divertidos que provocan, o al menos esbozan, la sonrisa en el lector, pues hay que reconocer que algunas situaciones y comentarios de esos dos protagonistas son la leche de jocosos. Supongo que se tratará de un número difícil de encontrar a estas alturas, pero si por alguna casualidad os topais con él en vuestra tienda favorita, no dudéis en pillarlo porque es una pequeña joyita que merece mucho la pena.
Tengo que reconocer que el cómic está plagado de momentos la mar de divertidos que provocan, o al menos esbozan, la sonrisa en el lector, pues hay que reconocer que algunas situaciones y comentarios de esos dos protagonistas son la leche de jocosos. Supongo que se tratará de un número difícil de encontrar a estas alturas, pero si por alguna casualidad os topais con él en vuestra tienda favorita, no dudéis en pillarlo porque es una pequeña joyita que merece mucho la pena.
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