A lo mejor me estoy poniendo un poco pesadito con esto de empezar a meter post de películas de la 2ª Guerra Mundial, pero es que hace un rato me he acordado de una peli que vi hace poco y creo que se merece la pena ser comentada. La primera vez que tuve constancia de esta película fue en una de mis visitas al Fnac, que la vi allí entre los estantes de cine bélico. A mi siempre me han llamado la atención las películas de ese género que están ambientadas en guerras famosas o sobre comandos. Como por lo que pude leer en la parte trasera de la carátula, el argumento no era ni remotamente parecido a nada de esto, pues nunca me había decidido a meterla en mi "cesta de la compra". Sin embargo, hace poco me estuve documentando en un blog de cine bélico sobre películas míticas, y me encontré una muy buena crítica de ésta...; como soy un flojo, lo que leí en esa reseña me encandiló, y por esa razón me hice con esta película en las rebajas del Corte inglés (por la compra de 4 dvd's te hacen un 35% de descuento, joé). Así que hace unos días (un viernes por la tarde creo recordar) me dispuse a verla, para comprobar si merecía tanto la pena como había leído por ahí. ¿Y cuál es mi opinión al respecto?..., pues que se trata de un peliculón que no me explico cómo no había caído antes en mi poder.
El film está ambientado en la Francia ocupada por los alemanes en los días previos en los que las tropas aliadas están a punto de liberar París. Como consecuencia de ello, el corenel alemán Von
Waldheim decide que es el momento de enviar a Berlín todas las valiosas obras de las galerías de arte francesas. Como es de suponer, la resistencia francesa no está por la labor de que despojen a sus museos de todas esas obras que forman parte del patrimonio cultural de la nación, y por ese motivo intentarán evitar que ese tren en el que van las obras de arte llegue a Alemania. Para ello contarán con la labor de un miembro de la resistencia (interpretado por el genial Burt Lancaster), que aunque en principio es un poco reticente a esta misión, al considerar más importante la vida de sus hombres que unas cuantas obras de arte, poco a poco irá dándose cuenta de la importancia de sabotear ese tren y hará todo lo posible para ello.
Destacaría de la película un par de cosas...; sin duda alguna, la primera es la magnífica interpretación de Burt Lancaster (en el papel del ferriviario Laviche), realmente muy convincente a lo largo de todo el film. Y en segundo lugar, la estremecedora secuencia final de la película..., donde queda perfectamente patente y muy bien plasmado el sacrificio y todas las muertes que hay detrás de esas obras de arte. Sin duda alguna, es uno de esos finales que invitan a unos segundos de reflexión sobre si ciertas cosas merecen realmente la pena o no. Realmente genial. En definitiva, una tremenda película que recomiendo tanto a amantes del cine bélico como a los que no seas muy dados a este tipo de género, porque estoy seguro que a ambos tipos de público les va a encantar. Insisto: realmente buena..., muy buena y sobre todo genial final
El film está ambientado en la Francia ocupada por los alemanes en los días previos en los que las tropas aliadas están a punto de liberar París. Como consecuencia de ello, el corenel alemán Von
Waldheim decide que es el momento de enviar a Berlín todas las valiosas obras de las galerías de arte francesas. Como es de suponer, la resistencia francesa no está por la labor de que despojen a sus museos de todas esas obras que forman parte del patrimonio cultural de la nación, y por ese motivo intentarán evitar que ese tren en el que van las obras de arte llegue a Alemania. Para ello contarán con la labor de un miembro de la resistencia (interpretado por el genial Burt Lancaster), que aunque en principio es un poco reticente a esta misión, al considerar más importante la vida de sus hombres que unas cuantas obras de arte, poco a poco irá dándose cuenta de la importancia de sabotear ese tren y hará todo lo posible para ello.
Destacaría de la película un par de cosas...; sin duda alguna, la primera es la magnífica interpretación de Burt Lancaster (en el papel del ferriviario Laviche), realmente muy convincente a lo largo de todo el film. Y en segundo lugar, la estremecedora secuencia final de la película..., donde queda perfectamente patente y muy bien plasmado el sacrificio y todas las muertes que hay detrás de esas obras de arte. Sin duda alguna, es uno de esos finales que invitan a unos segundos de reflexión sobre si ciertas cosas merecen realmente la pena o no. Realmente genial. En definitiva, una tremenda película que recomiendo tanto a amantes del cine bélico como a los que no seas muy dados a este tipo de género, porque estoy seguro que a ambos tipos de público les va a encantar. Insisto: realmente buena..., muy buena y sobre todo genial final
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